27 noviembre 2008
A mi Blook
Hoy me he acordado de ti, de todo las horas que te he dedicado, de la ilusión con que te cree y los pensamientos e ideas que me venian para completar tus páginas. Te he descuidado mucho tiempo, y sorprendentemente, no te he echado de menos. No he necesitado escribir mis penas, fustraciones, ilusiones, o buenos momentos. Ahora dedico ese tiempo a mi. No me arrepiento de haberte creado, al contrario, estoy muy orgullosa de tenerte, y quiero dedicarte mi tiempo cuando realmente me apetezca y no por obligación o necesidad. Hoy me he acordado de ti, y al entrar, un escalofrío ha recorrido mi cuerpo. Te aprecio tanto. Se que estuviste y que estaras incondicionalmente. Para lo bueno y para lo malo. Por eso quiero seguir teniendote a mi lado. Gracias por estar cuando te necesitaba, y gracias a todos los que me leyeron y apoyaron. Hoy me he acordado de ti y no he podido irme sin escribirte de nuevo.
29 mayo 2008
Yo Amo demasiado
- Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.
- Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas son acerca de él, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con "él...", estamos amando demasiado.
- Cuando lo disculpamos por su mal humor, su mal carácter, y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando demasiado.
- Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él, estamos amando demasiado.
- Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores o características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.
- Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado.
A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que es así como deben ser las relaciones de pareja. Algunas nos hemos obsesionado tanto con nuestras relaciones que apenas podemos funcionar como personas.
Si alguna vez has estado obsesionada por un hombre, la raíz de esa obsesión no era amor sino el miedo. Miedo a estar solas, miedo a no ser dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Damos amor para que el hombre de quien estamos obsesionada se ocupe de nuestros miedos. En cambio, los miedos - y nuestra obsesión- se profundizan hasta que el hecho de dar amor para recibirlo se convierte en la fuerza que impulsa nuestra vida. Y como nuestra estrategia no da resultado, amamos más aún. Amamos demasiado.
Las Mujeres que Aman Demasiado
Ejemplo de mujer que ama demasiado:
" - He venido a una consulta de terapeuta, porque soy realmente desdichada. Es por los hombres, claro. Quiero decir, yo y los hombres. Siempre hago algo que los aleja. Todo empieza bien, pero cuando llegan a conocerme, todo se arruina.
- Quiero saber que hago mal, qué tengo que cambiar en mí… porque lo haré. No es que no esté dispuesta. Es sólo que no sé porqué siempre me pasa esto. Tengo miedo de involucrarme en otra relación. Cada vez que lo hago no hay más que dolor. Comienzo a tener miedo de los hombres. No quiero que suceda esto porque estoy muy sola. Las exigencias y responsabilidades del trabajo me tienen ocupada todo el tiempo. Pero hecho de menos tener un hombre en mi vida.
Entonces conocí a Randy, hace dos meses. Parecía realmente atraído por mí. Una semana después de conocernos, Randy hizo un viaje por trabajo y lo extendió 160km para visitarme. Esa noche se inició el romance. Fue fantástico, me dejó cocinar para él, le planché la camisa antes de que se vistiera… me encanta atender a los hombres. Cuando se fue, calculé el tiempo que tardaría en llegar a su apartamento y lo llamé justo cuando entraba. Estaba preocupada por su largo viaje y me aliviaba saber que había llegado bien. El se quedó perplejo por la llamada, me disculpé y colgué. Pero un intenso malestar creció en mi, una vez más mis sentimientos eran mucho más profundos que los del él.
Randy me dijo que no lo presionara o desaparecería. Me asusté mucho. Todo dependía de mí. Se suponía que debía amarlo y al mismo tiempo dejarlo en paz. Yo no podía hacerlo: por eso me asustaba cada vez más. Cuanto más miedo sentía, más lo perseguía. Comencé a llamarlo todas las noches. Habíamos acordado turnarnos para llamar, pero a menudo, cuando era el turno de Randy, se hacía tarde y me inquietaba demasiado para soportar la espera. De cualquier manera no podría dormir, así que lo llamaba. Me decía que había olvidado llamarme, y yo le decía: ¿Cómo puedes olvidarlo? Yo nunca lo olvidaba. Entonces empezábamos a hablar de la razón por la que él lo olvidaba, y parecía tener miedo de acercarse a mí y yo quería ayudarlo a superar eso. Decía que no sabía que quería en la vida y yo le ayudaba a aclarar cuáles eran las cosas importantes para él. (El hecho de que Randy no la quisiera era algo que ella no podía aceptar. Ella ya había decidido que él la necesitaba).
Fui dos fines de semana a verlo y él pasó el domingo ignorándome, mirando la televisión y bebiendo cerveza. Tal vez bebía demasiado, pero debía ser porque yo lo aburría. Creo que yo no le interesaba lo suficiente y no deseaba estar conmigo. Mi ex pareja nunca quería estar conmigo, mi padre tampoco… ¿Que tengo? ¿Por qué todos sienten lo mismo por mí? ¿Qué es lo que hago mal? “
Estas actitudes, sentimientos, conducta y las experiencias de ésta mujer eran típicas de una mujer para quien estar enamorada significaba sufrir. Características comunes en las mujeres que aman demasiado. Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. Significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión amor
Libro: Las Mujeres que aman demasiado
Autora: Robin Norwood
20 mayo 2008
Prototipos de Belleza
Si los maniquíes de las tiendas fueran mujeres reales, serían demasiado delgadas para menstruar· Hay 3 mil millones de mujeres que NO tienen cuerpo de supermodelos, y solamente 8 que sí lo tienen. Marilyn Monroe usaba talla 44 español (algo así como 11 Mex), y los traía locos a todos!!!!! ¿¿¿¿quien se fijo en la talla???? Es la mujer mas sensual de todos los tiempos. Si Barbie fuera una mujer real, sus proporciones la obligarían a caminar a gatas, sus piernas no podrían sujetarla de pié. La mujer promedio pesa unos 65 kg. y usa tallas entre una 42(9) y una 44(11). Una de cada cuatro mujeres en edad universitaria sufre desórdenes de alimentación. ¡Las modelos de las revistas están retocadas, NO son perfectas! Un estudio psicológico mostró, en 1995, que el contemplar una revista de modas durante tres minutos causaba depresión, vergüenza y culpa al 70% de las mujeres. Las modelos de hace 20 años pesaban 8% menos que la mujer común. Las de hoy en día pesan 23% menos. La belleza de una mujer no está en su ropa, su figura, ni en su peinado. La belleza de una mujer debe brotar de sus ojos, porque ellos son las ventanas hacia su alma, el lugar donde reside el amor. La belleza de una mujer no está en sus facciones, sino que es el reflejo de la belleza verdadera de su alma. Es el cuidado amoroso que da, la pasión que ella muestra. La belleza de una mujer solamente se desarrolla con el paso de los años. SONREÍD Y SED FELICES. UNA MUJER PUEDE SER MUY SENSUAL Y BELLA SI SE LO PROPONE, SI LO VIVE, SI LO SIENTE... NO IMPORTA SI SEA FLACA O GORDA O MORENA O RUBIA... ES CUESTIÓN DE VIVIRLO... DE DISFRUTARSE A SI MISMA.
(No soy la autora del escrito, pero me resultó muy interesante)
10 mayo 2008
Poema en Servilleta
29 abril 2008
Divorcio Catalán
23 abril 2008
Nacimiento de la Rosa y de Venus
18 abril 2008
La Princesa pájaro
El balcón era su vínculo con el mundo exterior. Allí se imaginaba la escena. Esa escena soñada con tanto fervor durante años, en silencio. Él, al galope, aparecía por el camino detrás de la colina, y sin vacilar se avalanchaba sobre esos gordos y grasientos guardias que tenia su castillo. El de su padre. Los mataba solo con la mirada. Una mirada ardiente de amor. Y seguidamente subía, abría la puerta a patadas, la tomaba en sus brazos robustos y protectores, y se la llevaba al paraíso del amor eterno. Al paraíso de las noches en vela y las caricias innumerables. Solo era un sueño, pero lo vivía con tanta intensidad que a menudo acaba llorando, para después acabar sollozando con gemidos de odio. Odia a su padre por protegerla y no permitirle vivir, por egoísta, por cobarde, por solitario y por rey.
Un día apareció un jinete armado y vestido de negro que sin pestañear rompió la barrera del castillo y entró. Ella temblorosa intuyó que su sueño se iba a cumplir. Entró él armado con una espada, y a pesar de que su rostro no hizo que la princesa se arqueara de placer sólo visualizarlo, creyó que se debería a la emoción del momento, y no dudó en tirarse a su brazos y besarle, y gritarle que había estado esperándole años. El caballero se la llevó a la espalda con más violencia e indiferencia de lo que ella recordaba en su sueño. Y desaparecieron en el horizonte. En el pueblo se habló que un caballero valiente y enamorado de Venus había matado a centenares de soldados por amor, y se creó la leyenda de que por amor un guerrero era invencible.
Volar le hizo feliz, conocerse a sí misma y no esperar que nadie le soluciona su soledad, su sueño. No esperar nada de nadie, sólo volar. Volar por si misma en las direcciones que el viento decidiera. Era la única manera de algún día encontrar a su caballero, ser ella misma y no conformarse con un sucedáneo de sueño infiel y en el que sólo priman las formas. Vacío de contenido. Vio Venus que ella merecía algo como ella, algo digno de una persona sensible y entregada. Desde es día se cuenta en la leyenda que la princesa Venus quedó pájaro, porque así lo deseo. Su cuerpo humano desapareció y su alma voló con un aleteo feliz, sólido. Venus fue paciente, sabía que algún día volaría junto a algún otro pajarillo pero no por ello se dejó deslumbrar. Venus voló y sólo volando vivió.
13 abril 2008
09 abril 2008
Alma Gemela
He extraído éste texto del último libro que estoy leyendo, por el impacto que ha causado en mi:
" Paseaba por un cementerio y tropecé con una tumba polvorienta de la que nadie se había ocupado durante muchos años. Empecé a limpiarla y, al hacerlo, descubrí la fotografía de la joven enterrada. En la inscripción pude leer que había fallecido en 1927, a los 23 años, la edad que yo tenía en aquellos momentos.
Siempre he creído en la otra vida pero, mientras limpiaba aquella tumba, tuve la extraña e imperiosa sensación de que Elena, la joven sepultada, me llamaba para que cuidase de ella. Y así lo hice. Poco a poco, además del sentimiento de compasión que me movía a cuidar de su tumba, con el paso de los años surgió un sentimiento muy distinto: un amor verdadero.
Visité los registros del ayuntamiento y leí lo que en ella había sobre la familia de Elena, al principio para hacerles saber el mal estado en que se encontraba la tumba. Descubrí que había nacido en el centro de Verona. Su padre era comerciante. Tenía dos hermanos y una hermana. Todos estaban muertos.
No les he contado nada a mis amigos porque no lo entenderían. Mi familia si que lo sabe.
Siento una profunda sensación de alegría y paz. Aunque no puede hablar, se comunica conmigo. Siento su presencia; de otro modo, esto no se habría prolongado durante estos 11 años. Creo que todos tenemos un alma gemela, sólo una, sea en esta vida o en la otra. Más tarde o más temprano la conoceremos: eso es lo que siento por Elena.
En mi dedo llevo un anillo grabado por dentro con su nombre. En Italia, después de haber transcurrido un cierto tiempo, es legal exhumar las tumbas de los familiares y reenterrar los restos en un cofre más pequeño. El año pasado eshumé y reenterré a Elena. En su nuevo cofre, junto con sus restos, deposité el anillo de bodas, con mi nombre grabado en el interior. Por entonces nuestra relación duraba ya 10 años. Estaba seguro de lo que sentía y quería entregarle un símbolo de mi amor. A la boda vino mi madre. Lo sabe todo sobre Elena y le gusta mucho. Al principio se había sentido incómoda ante la situación, pero cuando vió lo feliz que me hacía, la aceptó y empezó a preocuparse por ella también.
Sus dulces ojos miran más allá del tiempo y de la vida; me enamoré de esa mirada.
Ahora soy feliz, me siento pleno. Y aunque la gente no lo entienda o incluso si encuentro a otra persona, tendría que aceptar el inmenso amor que siento por Elena o no funcionaría. Parte de mi corazón siempre estará consagrado a Elena. Siempre será una parte importantísima de mi vida. Elena me hace sentir feliz."
08 abril 2008
Durmiendo Sola
07 abril 2008
02 abril 2008
Esperando tu llamada
01 abril 2008
Miedo a una Manzana
Desde la copa del árbol te vi. Estaba demasiado lejos para que me vieras. Pero, yo te vi. Y no paré de mirarte. Bajé lentamente, rozándome con cada rama, sigilosa, seductora. Ya estoy mas cerca de ti y mi piel desprende un brillo especial, me vuelvo mas dulce, más jugosa, más apetecible. Espero paciente a que me veas. Por fin, me has visto. Ahora estoy muy cerca de ti. Quiero que me cojas en tus manos y que acaricies dulcemente mi piel. Acércame a tu boca, quiero sentir tus labios. Muérdeme con ternura. Me derretiré con tu saliva y entraré dentro de ti. Quiero formar parte de tu cuerpo. Seré toda tuya y tu todo mío, los dos formando uno.
Pero sigues inmóvil, por que no me coges? Estoy aquí, te he deseado tanto que he bajado por ti.
No te mueves, el miedo te paraliza. Estoy a tu lado y en cambio tu ves una gran distancia entre nosotros. Sigues viéndome como la manzana en la copa del árbol.
28 marzo 2008
¿Por qué tiritamos cuando sentimos frío?
23 marzo 2008
21 marzo 2008
Por favor, volver
19 marzo 2008
El coste de la Vida
- ¿Y esto? - preguntó el visitante
- Nosotros no cobramos un derecho de visita.Para evaluar el costo de su paseo recurrimos a este mecanismo. Cada visitante lleva una cuchara como esta, llena hasta el borde de arena fina. Aquí caben exactamente 100 gramos. Después de recorrer el castillo pesamos la arena que ha quedado en la cuchara y le cobramos una libra por cada gramo que haya perdido.... Una manera de evaluar el costo de la limpieza - explicó.
- ¿Y si no pierdo ni un gramo?
- Entonces su visita al castillo será gratuita.
Entre divertido y sorprendido por la propuesta, el hombre vio cómo el anfitrión colmaba de arena la cuchara y luego comenzó su viaje.Confiando en su pulso, subió las escaleras muy despacio y con vista fija en la cuchara.Al llegar arriba, a la sala de armaduras, prefirió no entrar porque le pareció que el viento haría volar la arena y decidió bajar cuidadosamente.Al pasar junto al salón que exhibía las máquinas de guerra, debajo de la escalera, se dio cuenta de que para verlas con detenimiento era necesario inclinarse forzádamente sosteniéndose de la barandilla. No era peligroso para su integridad, pero hacerlo implicaba la certeza de derramar algo del contenido de su cuchara, así que se conformó con mirarlas desde lejos.Otro tanto le pasó con la más que empinada escalera que conducía a las mazmorras.Por el pasillo de regreso al punto de partida, caminó contento hacia el hombre que lo aguardaba con una balanza. Allí vació el contenido de su cuchara y esperó el dictamen del hombre.
- Asombroso, ha perdido menos de medio gramo - anunció-, lo felicito tal como usted predijo, esta visita le ha salido gratis.
- Gracias...
- ¿Ha disfrutado de la visita?- preguntó finalmente el de la recepción.
El turista dudó y por último decidió ser sincero.- La verdad es que no mucho. Estaba tan ocupado tratando de cuidar de la arena que no tuve oportunidad de mirar lo que usted me señaló.
- Pero... ¡Qué barbaridad!... Mire, voy a hacer un a excepción. Le voy a llenar otra vez la cuchara, porque es la norma, pero ahora olvídese del cuánto derrama, faltan 12 minutos para cerrar, vaya a ver lo que no ha visto.
Bueno, esta vez sin arena, pero no se preocupe, tenemos un trato.¿Qué tal? ¿Disfrutó la visita? Otra vez el visitante dudó unos momentos. La verdad que no- contestó al fin-, estuve tan ocupado en llegar antes de que cierren, que perdí toda la arena, pero igual no disfruté nada. El hombre encendió su pipa y le dijo:
- Hay quienes recorren el castillo de su vida tratando de que no les cueste nada, y no lo pueden disfrutar. Hay otros tan apurados en llegar pronto que lo pierden todo sin disfrutarlo. Unos pocos aprenden esta lección y se toman su tiempo para cada recorrido. Descubren y disfrutan cada rincón, cada paso. Saben que no será gratuito, pero entienden que los costes de vivir valen la pena.
18 marzo 2008
Vuelta a trabajar
Me siento orgullosa, aunque tengo que aprender a ir por donde el corazón me diga, y no simplemente por caminar.